domingo, 23 de marzo de 2014

GUADALUPE, LA MAMÁ DE PAULA MENDOZA, NOS HABLA DE GONZALO DE BILBAO Y EL IMPRESIONISMO


Guadalupe nos ha preparado un montaje musical extraordinario, del Maestro Falla, para presentarnos la obra de Gonzalo de Bilbao.

También seleccionó lo mejor de su obra para tenerlo en láminas fotocopiadas y poderlo analizar de cerca


 Nos habló de la vida del pintor.
Gonzalo de Bilbao nació en Sevilla y desde muy pequeño, su mayor ilusión era ser pintor, pero su padre le pidió que estudiara derecho, y así lo hizo.



Cuando terminó sus estudios, su padre le regaló un viaje.

Gonzalo de Bilbao visitó Madrid, Francia, Italia y Marruecos.

En París descubrió una nueva forma de pintar: "el Impresionismo".

Cuando volvió comunicó a su familia y amigos, que se dedicaría toda su vida a su gran pasión: la pintura


 A los impresionistas no les interesaba pintar como si hicieran fotos. Les gustaba jugar con la luz y los colores
 Pintan a pinceladas, resaltando lo que más les interesaba.
 Usaban los amarillos y naranjas para representar el día
 y el azul para la noche
 
Le gustaba pintar las cosas sencillas que pasaban en su ciudad: los paseos, las siestas, los trabajos de la gente, las fiestas, la forma de vestir, las calles, las costumbres; por eso, a su pintura se le llamaba costumbrista.

La mamá de Paula nos explicó sus grandes obras y se detuvo en el cuadro de "Las Cigarreras", su obra más emblemática.

Es un cuadro de grandes dimensiones en el que aparecen las trabajadoras de la fábrica de tabaco en un momento de su día en la fábrica.

En Internet podéis encontrar mucha información al respecto, yo he seleccionado esta que colgué en el blog en conmemoración al día de la Mujer Trabajadora

Gracias Guadalupe por tu colaboración

Las Cigarreras de Gonzalo Bilbao

13:13Ana Trigo
Gonzalo Bilbao
Las cigarreras, 1915
Óleo sobre Lienzo.305 x 402 cm
Museo de Bellas Artes de Sevilla

El próximo domingo, 8 de marzo, será el Día de la Mujer Trabajadora. Así que hoy me voy a permitir una pequeña muestra de orgullo de género trayendo al blog esta absolutamente maravillosa obra maestra de Gonzalo Bilbao, Las cigarreras.

La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla generaba una de las mayores producciones de cigarrillos del país y en ella trabajaban diariamente más de 6.300 mujeres.

Las cigarreras entraban a trabajar a los 13 años y no había límite de edad para la jubilación. Entre todas constituyeron un fondo común con el que se pagaban los subsidios por enfermedad, los días de baja por maternidad y se asistía a las cigarreras ancianas que ya no podían realizar su labor. Las madres podían llevar con ellas a sus niños pequeños para darles el pecho y la fábrica disponía de pequeñas cunas. En una ocasión se echaron a la calle para reivindicar el despido de una compañera maestra que había sido expulsada de la fábrica injustamente. La mujer fue readmitida y el director de la fábrica y el capataz destituidos de su cargos.

A principios del siglo XX cobraban un salario de 2 pesetas diarias, un sueldo bastante alto para la época que les permitía ser independientes económicamente y mantener a sus familias. Y todo esto mucho antes de que se comenzara a hablar de los derechos de la mujer o de que los primeros grupos sufragistas iniciaran sus reivindicaciones.

En este espectacular lienzo de más de 3 x 4 metros Gonzalo Bilbao despliega todo el dominio de su técnica. El tratamiento de la perspectiva nos permite adentrar nuestra mirada hasta el interior de una de las salas de la fábrica en la que se afanan las trabajadoras. Pero es sin duda la luz, que penetra a través del lateral derecho del cuadro, la gran protagonista de la escena. Y es valiéndose de esta luz clara y poderosa de una mañana sevillana como Bilbao lleva nuestra mirada a la madre, que haciendo un alto en su trabajo, da el pecho a su hijo. La mirada de dulzura de la mujer y la alegría y ternura reflejadas en los rostros de su compañeras son en sí mismas una alegoría de la esencia de lo femenino.

Cuando Gonzalo Bilbao regresó de Madrid de la Exposición Nacional fue homenajeado públicamente por un gran número de cigarreras, que arropadas con sus mejores mantones de manila y con flores en el pelo, acudieron a la Estación de Ferrocarril para recibir a "su pintor". Y es que Gonzalo Bilbao, que había pintado a reyes y aristócratas también había sabido captar son su pincel el trabajo, el esfuerzo y la dignidad de las cigarreras sevillanas.

Y además mi bisabuela era cigarrera ;)





 

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