El papá y
la mamá de Mónica han venido a clase a participar en la
celebración de su
cumpleaños. Han preparado para tod@s un
precioso regalo. Del “Emocionario” han leído
para todos, tres
importantes emociones: La Ternura, el Amor y el Odio.
Hemos ido
reconstruyendo entre tod@s el contenido de esos tres
términos a través de
nuestras propias e individuales vivencias
Sobre la
ternura est@s niños y niñas saben muchísimo. Se han
vertido emocionantes
comentarios:
Siento
ternura cuando me abraza mi hermana pequeña.
Cuando miro
a mis primos pequeñitos.
Por mis
compañer@s en algunas ocasiones.
De un
perrito, un gatito, de personajes de
algunos de nuestros
cuentos favoritos, como el de la ovejita que vino a cenar…
Saben muy
bien que la ternura es un hermoso sentimiento que nos
conecta con la parte más
inocente y humilde de los demás. Que nos
produce una sensación de alegría y
deseos de abrazar, proteger,
cuidar…
Ell@s son
la ternura.
Cuando trataron
El Amor también se identificaron pronto con esta
profunda emoción. Analizaron
los diferentes tipos de amor.
Much@s declararon sus enamoramientos ante la sorpresa
de los
mayores.
Hablamos del amor de padres, hermanos, amigos, del
amor a la naturaleza.
También
ell@s saben mucho sobre este tema, porque ell@s son
Amor.
Finalmente
plantearon la última de las emociones que íbamos a
tratar: El Odio. Fue realmente
interesante plantear los sentimientos
negativos como parte de la inmensa gama
de los sentimientos
humanos. Compartir la inquietud y el malestar que
produce esta
emoción. Sentir que no eres el único, que todos, alguna vez,
sentimos, rencor, celos, odio en algunas situaciones; pero que no
hay que tener
miedo. Son emociones humanas que es bueno
expresar y solo así serán fácilmente controlables.
Lo
expresaron de muchas formas, lo relacionaron con los celos y la
rabia. Ell@s
que son amor y ternura, tienen una vivencia muy
descafeinada del odio; solo el
miedo a no ser querid@s, a ser
rechazad@s, la perdida de objetos queridos,
pueden definir en sus
almas recién nacidas algo parecido.
Ojala este sentimiento, no tenga oportunidad
de anidar nunca en
vosotr@s.
Gracias
Javier y gracias Mónica.
Felicidades princesa.
Que suerte tienes de ser una niña tan querida y respetada.
Te queremos mucho, no lo olvides nunca
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